Rejuvenecimiento facial no quirúgico
La piel de la cara se deteriora por acción de la gravedad y del sol.
Aparecen arrugas, manchas, bolsas, papada, verrugas, fibromas.
El tratamiento médico consiste en un complejo protocolo, para reparar cada alteración generada en la piel.
Peeling acidos
Consiste en aplicar ácidos químicos (como el salicílico, TCA, fenol o mezcla de ellos).
Así conseguimos eliminar las capas de las que está compuesta la piel, a la profundidad que deseamos.
Pueden ser superficiales que eliminan las primeras capas, medios que eliminan más o profundos aquellos que eliminan hasta las últimas capas de la dermis.
Sus resultados son muy satisfactorios en cicatrices moderadas de acné, queratosis solares, manchas y léntigos faciales.
Dermoabrasión
Consiste en eliminar las capas de la dermis de forma mecánica, mediante una punta de diamantes que va abrasando las capas según la profundidad que nos interesa.
Mesoterapia facial
Consiste en depositar mediante micropunciones un medicamento en el interior de la dermis, bien para provocar una producción autóloga de ácido hialurónico y colágeno o bien para depositar sustancias como vitaminas, ácido hialurónico, botox.
Se consisguen efectos tensores, hidratantes y estimulantes de la dermis.
Cirugía láser dérmica facial
Cuando aparecen tumorcitos en la piel como son las verrugas, los fibromas, los léntigos seniles se eliminan mediante láser quirúrgico.
Termocoagulación
Cuando aparecen pequeños hemangiomas, telangiectasias (arañitas vasculares) se pueden tratar con la termocoagulación, aplicando calor y radiofrecuencia en la zona, que consigue un cierre de estos vasitos.
Plasma Rico en Plaquetas
Consiste en extraer la propia sangre del paciente, procesarla mediante centrifugado, así se consigue una fracción del plasma sanguíneo rico en plaquetas, que son las encargadas de la reparación del tejido, se potencia el tropismo de los fibroblastos hacia la zona en la que se deposita.